El objeto y naturaleza de nuestra acción se funda en el trabajo mancomunado como única herramienta para alcanzar objetivos y metas colectivas a través de las cuales todos los músicos sean beneficiados directos. Por tal razón, el objeto de SONAR se constituye de los siguientes puntos:

a) El desarrollo de programas de difusión e intercambio cultural, artístico, científico y educativo con entidades e instituciones gubernamentales y no gubernamentales a nivel municipal, provincial, nacional, continental e intercontinental.
b) El desarrollo de actividades educativas no formales vinculadas a la música, el arte y la cultura que propicien la formación integral de los músicos de la Provincia de Córdoba.
c) El desarrollo, la difusión y protección de los derechos intelectuales en la música, de los derechos de los músicos y el de sus obras.
d) La creación y presentación de proyectos de ordenanza o ley que propicien el desarrollo de la actividad musical en la Ciudad y en la Provincia de Córdoba, atendiendo a su aspecto industrial y cultural.
e) Promover el interés público y privado por la producción, difusión y distribución de obras musicales de artistas locales en soporte físico o digital, como así también reivindicar la diversidad cultural en materia de música.
f) Contribuir en la formación de entidades no gubernamentales cuyo objeto y finalidad sea la música entendida como medio y herramienta de trabajo de la cual se desprenden derechos individuales y colectivos, como así también deberes sociales y culturales.
g) Contribuir en la construcción de redes de organizaciones no gubernamentales que incorporen la obra musical en toda su extensión y complejidad como herramienta de trabajo en la educación formal e informal de sectores populares.
h) Contribuir en toda acción, iniciativa o fomento promovido por el Instituto Nacional de la Música creado por Ley N° 26.801 o por aquella institución que lo modifique o reemplace en un futuro.
i) La difusión de la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (Ley 26.522) a través de convenios con entidades públicas y privadas, gubernamentales y no gubernamentales, a nivel provincial y nacional.
j) La creación de una discoteca musical como archivo de la producción musical de la provincia, y una biblioteca abierta al público.

Para lograrlo se desarrollarán las siguientes actividades: organizar conferencias, cursos y cursillos no formales, y reuniones; crear un centro de capacitación no formal en la producción de obras musicales, ejecución de instrumentos manuales o mecánicos, creación musical teórica y práctica; poner en conocimiento del público la labor de “SONAR Asociación Civil” mediante toda forma de difusión; promover y realizar publicaciones, periódicas o no, convenciones y conferencias, cursos no formales, mesas redondas, encuestas orientadas a la obtención de estadisticas vinculadas al sector musical de la provincia, y utilizar todo otro medio de divulgación; organizar videotecas artísticas, científicas y técnicas; participar en planes del gobierno Nacional, Provincial y/o Municipal, articulación con organizaciones no gubernamentales, nacionales o extranjeras y demás actores de la vida civil.

Principios fundamentales y base inalterable sobre la que se gesta SONAR como espacio por y para la Música Independiente de Córdoba; estructura ideológica y política que son eje, motivo y misión de toda actividad en la que participe esta organización:

1.- La música es una sola; condición natural del hombre; la música es un lenguaje universal; no tiene dueño. La música siempre fue, es, y será en el Otro. La música es un derecho, sin capricho estético. Somos mixtos, somos siempre en Otros; somos Cultura en la diversidad, somos Igualdad en la diferencia.Todos los hombres son música, y ésta es la responsabilidad en su posibilidad; el diálogo constante entre lo que Hacemos y Damos como único bien que vence al silencio como indiferencia, como muerte en vida: la invisibilización y exclusión del Otro.

2.- Los músicos independientes y autogestionados somos formadores de identidad y diversidad cultural por encima de las leyes del mercado de la industria cultural y del entretenimiento. No sólo somos la usina creativa que se desenvuelve con libertad y que sirve de semillero a las multinacionales, sino que estamos organizados y participamos en la construcción colectiva de otra realidad para la actividad musical en la provincia, como un acto político y democrático.

3.- No renunciar a la sana ambición artística de producir más y mejores obras como talante del crecimiento colectivo que beneficia a la música de la provincia como un todo. Un disco no es un hecho aislado e individual sino un acontecimiento cultural de la música provincial, alteridad en la que todos somos responsables de suministrar la información y de facilitar los mecanismos de producción. Todos los músicos tenemos derecho a crear, grabar, editar, distribuir, difundir y compartir nuestra música con Otros; y a la vez, todos los músicos tenemos el deber de compartir el conocimiento, la información, los logros colectivos, y la participación de aquello que edifica en conjunto con el Otro. La música siempre es en un Otro.

4.- Por una vida digna para los músicos, batalla cultural que implica la alteridad entre derecho y deber, y el compromiso de asumirse Ser de cambio del imperante paradigma sociocultural y de los valores egocéntricos de la modernidad. Sólo el conocimiento permite luchar por una verdad y una justicia que sea rentable; sólo la participación activa y colectiva es fundamento de lucha.

5.- El acceso al conocimiento es un derecho de la condición humana; el conocimiento de los derechos intelectuales en la música es inherente al desempeño de la actividad. Nadie debe pagar por acceder al conocimientos de sus derechos; la transferencia de esta herramienta indispensable es responsabilidad de aquel que la porta para sí, porque siempre somos responsables un Otro.

6.- La autogestión no es una alternativa en sí misma frente a las políticas de la industria cultural y musical; es el quehacer implícito en la decisión y elección de la música como profesión. Los músicos que autogestionan y autosustentan sus proyectos musicales construyen, indirectamente, una regionalidad que incluye a Otro, y en la que ambos se expanden. La autogestión como política no implica un “salvarse solo”, sino un apostar al crecimiento uniforme de un sector en el que siempre el Otro está primero.

7.- Los derechos no se declaman, se conquistan.

Primero está la música como indicador de cultura viva en los pueblos; después el trabajo colectivo y colaborativo de los músicos hermanados; y luego el músico como artista individual.

La música es una forma de pensar y expresar, un medio para la enseñanza y la educación, y un gesto cultural.

No hay soluciones individuales para los problemas colectivos. Las problemáticas de la música sólo se resuelven con la convicción del trabajo colectivo.

Los derechos no se recitan, se conquistan.

Músico es todo aquel que expresa una cosmovisión y aspira a la belleza a través de un lenguaje independiente, se asume parte de una identidad cultural, y participa en la construcción colectiva de un espacio común.

La actividad musical y artística es un gesto político y una representación cultural.

La autogestión implica la convicción fáctica de aquello que se teje en el intelecto.

Un disco no es un acontecimiento aislado e individual, es un logro colectivo que reivindica el quehacer musical universal.